“Deseo hablarles hoy sobre la tragedia de Europa. Este noble continente, que abarca las regiones más privilegiadas y cultivadas de la tierra, que disfruta de un clima templado y uniforme, es la cuna de todas las razas originarias del mundo. Es la cuna de la fe y la ética cristiana. Es el origen de casi todas las culturas, artes, filosofía y ciencias, tanto de los tiempos modernos como de los antiguos. Si Europa se uniera, compartiendo su herencia común, la felicidad, prosperidad y la gloria que disfruta rían sus tres o cuatrocientos millones de habitantes no tendría límites.
A pesar de todo, aún hay un remedio que si se adoptara de una manera general y espontánea, podría cambiar todo el panorama como por ensalmo, y en pocos años podría convertir a Europa, o a la mayor parte de ella, en algo tan libre y feliz como es Suiza hoy en día. ¿Cuál es ese eficaz remedio? Es volver a crear la familia europea, o al menos todo lo que se pueda de ella, y dotarla de una estructura bajo la cual pueda vivir en paz, seguridad y libertad. Tenemos que construir una especia de Estados Unidos de Europa, y sólo de esta manera cientos de millones de trabajadores serán capaces de recuperar las sencillas alegrías y esperanzas que hacen que la vida merezca la pena. El proceso es sencillo. Todo lo que se necesita es el propósito de cientos de millones de hombres y mujeres, de hacer el bien en lugar de hacer el mal y obtener como recompensa bendiciones en lugar de maldiciones.
Por eso os digo ¡Levantemos Europa!”
W. Churchill en Zurich 1946
Hace 65 años, W. Churchill, hizo un discurso, al terminar la segunda guerra mundial, en la que evocaba la creación de una Europa unida y próspera, que dejara atrás el enfrentamiento entre las distintas naciones y que diera un paso para crear un bloque común capaz de competir con las grandes potencias. He querido rescatar una parte de su discurso, que bien podría ser hoy en día un discurso de un líder que desafortunadamente hoy Europa no tiene.
Qué frágil es la memoria histórica. Acaso Europa no se ha levantado de algo tan dantesco y terrorífico como son dos guerras mundiales? Europa debería recuperar el espíritu de Churchill, y los líderes políticos olvidarse del electoralismo barato y tener sentido de estado, estado europeo. No es hora de reproches ni de buscar culpables. La crisis es muy grave en Europa y no hace falta hablar más, es hora de actuar.
Causas de la crisis
Hemos venido explicando las causas de la crisis, en diferentes artículos sin embargo podríamos enumerar los principales motivos causantes de la crisis de deuda en Europa, especialmente provocada po los famosos PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España):
– La errónea política monetaria del BCE.
– El endeudamiento y derroche de los recursos públicos.
– Que los acreedores han permitido el derroche y endeudamiento prestando dinero a los gobiernos sin evaluar debidamente los riesgos asociados.
– No ser capaces de haber creado en la bonanza económica economías productivas ni un sistema educativo competitivo y si una economía especulativa basada en el dinero fácil, la especulación y la ulterior destrucción de valor.
– No saber tomar decisiones proactivas para dar respuesta a la crisis y actuar de forma reactiva en función de los mercados desde 2008, fomentando así el contagio a toda Europa.
Efectos de la crisis
Todo ello ha derivado a un círculo vicioso que provoca ralentización económica y austeridad, que son deflacionarios. La deflación, es el principal amigo de la deuda. La deflación logra incrementar el nominal de la deuda. Si debemos 100 y ganamos 100 en un año, nuestra deuda es un año nuestro beneficio anual. Si la deflación, afecta a los precios y salarios, hará que en lugar de 100 ganemos por ejemplo 50, entonces deberíamos el doble de lo que ganamos en un año.
Además, a parte de la incorrecta decisión de fomentar políticas deflacionarias, afecta al sistema financiero, puesto que la ralentización económica, hace que el estado tenga que incrementar el gasto público, es decir el déficit y por lo tanto la deuda pública. Las consecuencias de incrementar el déficit y la deuda pública como hemos visto, conllevan una rebaja de la calificación crediticia por parte de las agencias de rating lo que provoca cierto pánico en los mercados de deuda y lo que és peor, pérdidas en la cartera de deuda pública de los bancos. La pérdida en la cartera de deuda pública de los bancos, se traslada al balance, con provisiones sobre posibles pérdidas lo que reduce el core capital o nivel de solvencia de las entidades financieras que son obligadas a recapitalizarse. La recapitalización, se logra ampliando capital, o bien reduciendo el activo de su balance, es decir los préstamos a las empresas y consumidores. Ello conlleva más ralentización.
Por ello, podemos decir que las políticas que fomentan la austeridad, no son adecuadas al ser deflacionistas –empeoran el nominal de la deuda- y conllevan un circulo que se retroalimenta.
Soluciones
Las soluciones que se han visto más avanzadas hasta la fecha, pasan por incrementar el fondo de estabilidad europeo a 1 billón de euros, recapitalizar la banca europea con 100 mil millones de euros y hacer una quita del 50% a Grecia. La falta de convicción en unas soluciones que se presumían definitivas y la espantada de Papandreu, ha provocado la histeria final en los mercados y ha aniquilado los gobiernos de Papandreu, Berlusconi y en cierto modo Zapatero. Lo peor, es que ahora ya la crisis ha trasladado a las pequeñas economías de Portugal, Grecia y Irlanda llegando a España, Italia y ahora parece amenazar a Francia.
Por lo tanto, la solución no pasa por la austeridad ni por cargarse el esfuerzo de construir una Europa unida, le Europa que fue construida por nuestros antepasados, la Europa de postguerra, la Europa que tantas vidas y sacrificios costó. Es hora de la humildad, del sacrificio, de la esperanza. Es hora del trabajo, del cambio real, no únicamente cambio de poder político sino trabajar para construir una Europa de Futuro. Hipótesis de abandonar el euro, son contradicciones cortoplacistas, que huyen del esfuerzo y del sacrificio.
El coste de demorar tanto la situación es especialmente caro, pero Europa está ante el reto de construirse de forma definitiva a sí misma.
Las soluciones pasan por el crecimiento y por reformas estructurales a largo plazo que como vengo diciendo, son reformas que tienen que sentar las bases de la unión fiscal europea.
Cualquier medida de reducción del déficit, es decir política de austeridad, será inútil sin políticas de expansión monetaria a corto plazo que estimulen el crecimiento. Los gobiernos tienen que centrarse en recortar el déficit y cambiar la estructura económica de sus estados. La eurozona, tiene que tomar medidas, que fomenten la unión fiscal, tanto como el eurobono como criterios de déficit y deuda pública y una comisión de control europea que tenga como objetivo controlar que los estados miembro cumplan con sus obligaciones. La creación el eurobono, no tiene que ser una posibilidad sino una realidad. La dotación de más fondos al fondo de estabilización europeo, tiene que acelerar su ampliación e incluso ampliarlo de 1 a un rango de entre 3 y 4 billones de euros, con posibilidad de apalancamiento.
Sin crecimiento, es imposible absorber la deuda. El crecimiento logra incrementar la riqueza de un estado. Si un estado incrementa el PIB, el nominal de la deuda cada vez se reduce. Es como si nosotros tenemos una hipoteca de 100.000 euros y pasamos de ganar 50.000 anuales a 30.000. Lo que hará que podamos pagar la deuda no es la austeridad que haga decrecer nuestro salario, sino reformas estructurales, que logren incrementar el salario y reducir el gasto absurdo. Las políticas de austeridad además, lo que hacen es reducir la demanda interna, y Europa tiene un serio problema de exportaciones, por lo tanto, la demanda externa no podría solucionar el problema de la deuda.
Por lo tanto, la única solución pasa por tipos al 0%, de una forma drástica y contundente. Ello sería muy positivo para reducir el coste de financiación de los estados miembro, hoy hemos visto como España y Italia se han refinanciado por encima del 5% a corto plazo. Además, la política de tipos 0% junto con políticas de flexibilización cuantitativa, llevaría a la devaluación del euro, que significaría un incremento en la competitividad de las economías europeas y fomentaría las exportaciones que ayudarían a suplir el efecto deflacionario de las medidas de austeridad de los gobiernos.
Cualquier otra solución que no pase por calmar los mercados de deuda, van a lastrar la economía europea a su aniquilación y el coste lo pagaremos durante la próxima década según se está comentando ya en ciertos círculos económicos. Otras medidas intervencionistas, que intenten imponer a los mercados algún tipo de conducta o comportamiento, alejarán la mirada de lo realmente importante, que no es más que reformar nuestro modelo económico para pagar las deudas. Y ello se logrará con reformas estructurales, bancos prestando a la economía productiva y estados financiándose en los mercados de deuda pública a un coste asequible.
No nos equivoquemos, la solución, por lo tanto, pasa por fomentar el crédito a las empresas y consumidores y calmar los mercados de deuda pública y eso pasa por crecimiento no por austeridad.
¿ qué te parece la opinión de algunos economistas que proponen, para el caso de España, combinar austeridad con una reforma del mercado laboral en donde se minimicen los convenios colectivos y se ajustenlos salarios a la productividad de cada sector?
Cierto es que en los países bálticos está funcionando bien, pero tengo mis dudas de que eo pueda funcionar en España con la estructura economica que tenemos
Creo que es una de las reformas que hay que acometer. La mejora del mercado laboral es obligada. Aunque no estoy deacuerdo con la austeridad, lo primordial es ahora el crecimiento,con políticas monetarias expansivas que ayuden a las políticas de austeridad.
Saludos